Buenos Aires es tan grande que queda uno como paralizado. Son aproximadamente 14 millones de personas las que habitan esta gran ciudad, cargada de historia y de esperanzas. A pesar de que la situación económica no es la de hace unas décadas, todos se esfuerzan por salir adelante tratando de no poner atención a la corrupción y entreguismo que impera en las esferas políticas.
Son apasionados por la buena comida, especialmene los asados. También entienden que para salir adelante en su ciudad occidentalizada, deben de prepararse académicamente.
El verano aquí es caliente y húmedo. Amanece a las 6:00 am y la puesta del sol es a las 8:30 pm. De 11:30 am a 3:30 pm el calor es muy fuerte. La juventud se reúne en las casas a las 10:30 pm para hacer un preliminar y salen a rumbear a los boliches (discotecas) a la 1 o 2 am.
Muchas construcciones coloniales que ver y museos que visitar. No alcanzaria un mes para empaparse un poco de la ciudad. Los argentinos no son como los pintan. Son agradables y simpáticos. Mucha gente nos para a conversar al saber que venimos de Costa Rica … en moto.
Tuvimos oportunidad de visitar el salón de Patriotas Latinoamericanos en la Casa Rosada. Me llamó la atención la pintura del líder aymara Túpaj Katari, que fue sentenciado a morir descuartizado por 4 caballos en 1781 por el colonialismo español. Antes de morir, sus palabras fueron: Yo muero, pero mañana volveré y seré millones.
Buenos Aires, inmensa urbe donde se combina lo antiguo con lo moderno. Hay de todo y para todos los gustos.
Deja tu comentario